Infancias en movimiento
un mosaico etnográfico de las Américas
L a presentación de multimedia que estás a punto de explorar fue imaginada como un mosaico compuesto por muchas y muy distintas “piezas” que representan las vidas, experiencias y saberes de las niñas, niños y adolescentes (in)migrantes en las Américas. Esta forma visual que presentamos es también un caleidoscopio, pues las historias, los testimonios y las geografías por las que ellas y ellos transitan están vivas y en constante movimiento. El mundo que construyen y habitan se transforma permanentemente, en buena medida debido a sus propios desplazamientos, físicos e imaginados, a través de diversos territorios y fronteras.
Este mosaico-caleidoscopio es un planteamiento ético y político para constatar y afirmar que sin las niñas, niños y adolescentes no es posible entender el fenómeno global de la migración ni el mundo contemporáneo. También es una reacción y una toma de postura frente a la desigualdad histórica que los expulsa de sus comunidades. Es un grito de empatía cuando ellas y ellos salen en busca de sus padres o de otros familiares, y un gesto de solidaridad cuando huyen para construir nuevas alternativas de vida. Con su movilización, las niñas, niños y adolescentes migrantes desafían nuestras preconcepciones sobre la infancia, la inocencia, la inmadurez, la dependencia, las distancias geográficas y el tiempo. Por eso, este proyecto multimedia es también una propuesta para transformar los métodos de investigación sobre niñas, niños y adolescentes migrantes, además de acompañarlos y difundir sus saberes.
Consideramos que la migración de niñas, niños y adolescentes es un acto de emancipación y rebeldía frente a los regímenes opresión y violencia que se extienden por todas las regiones del continente. Y, por lo tanto, creemos que su desplazamiento nos exige que seamos capaces de repensar el mundo presente para construir sociedades donde las fronteras no sean muros que nos separen, sino espacios para encontrarnos, reconocernos y aprender.
¿Cómo capturar la diversidad y la complejidad de las vidas de niñas, niños y adolescentes en las Américas? ¿Cómo conectar experiencias únicas que suceden en espacios y tiempos aparentemente distantes y ajenos entre sí?
¿Qué tiene en común la vida de una niña migrante venezolana con la de un niño ecuatoriano, un mexicano, una brasileña, un salvadoreño, un hondureño, un niño indígena mixteco o una mexico-americana? ¿Qué significa para ellas y ellos la migración? ¿Qué significado tienen las fronteras y el ser migrante?
¿A qué juegan? ¿Quién los cuida? ¿Cómo crecen en ausencia de sus padres y madres que migraron? ¿Cómo viven en un idioma ajeno al suyo? ¿Cómo logran apropiarse, adaptarse y transformar las sociedades que los han llamado “ilegales”? ¿Dónde se refugian? ¿Cómo construyen su conciencia política? ¿Cómo luchan por sus derechos? ¿Quién los acompaña?
¿Qué imaginan? ¿De qué están hechos sus recuerdos? ¿Cómo recorren y dibujan la geografía del continente al ser niñas, niños y adolescentes migrantes?
La búsqueda de respuestas a estas y otras preguntas constituye el impulso del presente proyecto colectivo y transdisciplinario, que se convirtió en un mosaico sobre la experiencia de la niñez y adolescencia migrante en el continente. Su particularidad es que fue creado a partir de elementos muy diversos, construidos con voces y experiencias distintas y en diferentes lugares. Como en todo mosaico, cada pieza es única y contribuye a formar y dar sentido al conjunto.
Los relatos de esas niñas, niños y adolescentes constituyen así una pieza. Cada historia tiene un trazo y una singularidad propias; cada gráfico, dibujo, mapa o foto contiene un significado único, y cada una de sus representaciones revela realidades geográficas e históricas que, siendo singulares, a la vez son parte de un todo heterogéneo, en movimiento. De esta manera fue posible crear este mosaico-caleidoscopio.
El proyecto ha sido posible gracias al apoyo que la National Geographic Society otorgó a Colectiva Infancias, una red transnacional de investigación, creada en 2015 por antropólogas, psicólogas, geógrafas, especialistas en educación y fotógrafas documentales que, desde hace varios años, trabajamos con niñas, niños, adolescentes y sus familias migrantes en diversos lugares del continente americano.
La presentación de multimedia Infancias en movimiento: un mosaico etnográfico de las Américas fue creado para hacer accesible, a un público amplio, las investigaciones sobre niñas, niños y adolescentes que muestran la migración infantil como un proceso histórico y político, central para la dinámica migratoria continental. Por lo tanto, abogamos por que ésta se estudie y entienda como un fenómeno en sí mismo, y no simplemente como un aspecto colateral de la migración adulta.
De esta manera, los objetivos centrales del presente proyecto son los siguientes: primero, visibilizar las vidas y experiencias infantiles y adolescentes para reconocer su valor teórico, político y social. Segundo, trabajar junto con niñas, niños y adolescentes para transformar los hallazgos de las investigaciones académicas en herramientas, materiales y productos de manera que tengan la capacidad de resonar en un público más amplio y heterogéneo, buscando un impacto que vaya más allá de la mera producción de conocimiento.
Creemos que así como las políticas de criminalización y castigo de la migración afectan en forma desproporcionada a niñas, niños y adolescentes, existe también una distribución desigual en los recursos y espacios que posibilitan el reconocimiento de sus saberes, conocimientos y experiencias; de sus formas de representarse y narrarse a sí mismos; de interpelar a los poderes hegemónicos; de denunciar lo que (les) acontece y, sobre todo, de construir alternativas de justicia y dignidad para ellas, ellos y sus familias. Este proyecto busca ser una modesta contribución para reequilibrar esa distribución desigual de los recursos y espacios para que las niñas, niños y adolescentes se representen a sí mismos y sean escuchados.
Concebimos y defendemos la migración como un derecho, y creemos que garantizar el derecho a la movilidad, especialmente para niñas, niños y adolescentes, es indispensable para la construcción de otras posibilidades de vida y movilidad en el continente. El hecho de que cada vez más ellas y ellos huyan de la violencia de sus comunidades de origen, o vayan en busca de sus padres o de otros familiares y crucen fronteras para intentar rehacer sus vidas en otros espacios, constituye un gesto de emancipación y rebeldía frente a los regímenes de opresión y violencia.
Éste es un esfuerzo por asumir una postura ética, política y metodológica, que pensamos son los tres ejes centrales de una forma de investigar, con la que nos hemos propuesto participar en los fenómenos y dinámicas sociales en los que trabajamos, y no solamente observarlos o estudiarlos. En este sentido, desde el inicio del presente trabajo nos preguntamos no sólo cómo investigar y documentar, sino cómo podrían acompañarse y construirse espacios de solidaridad, hospitalidad y procesos de compromiso y acción con quienes transitan las distintas dimensiones de la migración infantil, sus causas y sus efectos.
Esta presentación multimedia, por tanto, no es neutral frente al dolor, a la opresión y al sufrimiento que se inflige sobre niñas, niños y adolescentes, cuyas vidas están siendo trastocadas por las dinámicas y procesos que intentamos comprender y documentar. Se trata de centrar el esfuerzo de investigación en las experiencias y saberes de quienes siempre han tenido voz, pero que históricamente han sido poco escuchados y han tenido escasas posibilidades de representarse a sí mismos.
Con estas ideas como fundamento, el mosaico se propone visibilizar, con un sentido crítico, las siguientes dinámicas migratorias de niñas, niños y adolescentes: las y los que acompañan a sus madres en santuario en iglesias de Nueva York como estrategia de defensa ante la amenaza de deportación; venezolanos desplazados a la frontera con Colombia; retornados desde Estados Unidos a las comunidades de origen de sus padres y madres en México; indígenas migrantes y trabajadores mexicanos que viven entre múltiples fronteras en un mismo territorio; centroamericanos que se incorporaron a las caravanas y éxodos migrantes entre 2018 y 2019 como estrategia de movilidad y protección; originarios de las comunidades de los Andes ecuatorianos, hijos de migrantes en Estados Unidos, que crecen en la ausencia de sus progenitores a cargo de sus cuidadoras, y brasileños que transitan de un estatus migratorio legal a uno ilegal, y su experiencia escolar.
Este multimedia surge en un momento en que la participación y el protagonismo de niñas, niños y adolescentes en la migración corre el riesgo de entenderse únicamente en función de procesos violentos y potencialmente traumáticos de detención, separación familiar o deportación, entre otros. Si bien es fundamental reconocer estos hechos, el mosaico documenta y reflexiona sobre las dinámicas y los espacios que les permiten tejer y sostener su vida cotidiana, crecer y recrearse con base en experiencias y saberes que no están determinados por la violencia o la victimización. Por cada experiencia y contexto de violencia, sujeción y muerte por el que ellas y ellos han tenido que atravesar, nos muestran su capacidad para producir y reproducir lazos de amor, solidaridad, confianza, acompañamiento y emancipación. Se trata de lazos emocionales, sociales y políticos fundamentales para sostener los vínculos vitales de sus familias, comunidades y sociedades, y construir nuevas posibilidades de futuro.
En Colectiva Infancias esperamos que este esfuerzo de investigación contribuya a abrir nuevos horizontes de conversación y de acción a lo largo y ancho del continente americano, y que sirva para fortalecer el trabajo y la lucha por las niñas, niños y adolescentes migrantes y sus derechos.